El Huracán Irene azota Bahamas; Carolina del Norte evacua isla

Por MARTHA WAGGONER
The Associated Press
HATTERAS, Carolina del Norte, EE.UU. -- El huracán Irene ganó fuerza y se convirtió el miércoles en un meteoro de categoría 3, mientras comenzaba a azotar el sureste de Bahamas en su camino a la costa noreste de Estados Unidos.

El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, dijo el miércoles por la tarde que los vientos de Irene se habían fortalecido a cerca de 193 kph (120 mph).


El vórtice del meteoro se ubicaba a unos 402 kilómetros (250 millas) al sureste de Nassau, la capital de Bahamas, aunque los meteorólogos dijeron que el impacto de huracán ya se sentía en el sureste del archipiélago.

Se espera que Irene se fortalezca sobre las cálidas aguas del océano y se vuelva un huracán de categoría 4 para el jueves, con vientos de al menos 211 kph (131 mph).

Irene se desplazaba hacia el noroeste a 19 kph (12 mph) en su camino hacia la costa oriental norteamericana.

A su paso por la costa suroriental de Cuba, Irene provocó sobre todo penetraciones del mar, en particular en la ciudad de Baracoa, causando algunos daños en las calles más cercanas a la costa.

La residente Marisleytis Bidot dijo a The Associated Press el miércoles que los vecinos pasaron una mala noche. Hay miedo de "que el mar no se vaya a meter en la casa y nos tenemos que ir", agregó.

Los residentes de Baracoa tienen el recuerdo del huracán Ike, que destruyó centenares de hogares y causó numerosos daños en 2008. "Estoy agradecida a Dios y a la naturaleza que no fue como el otro", comentó Lucía Cuba en alusión a Ike.

En Bahamas, algunos turistas pudieron tomar los últimos vuelos que salieron el miércoles, pero otros se quedaron y se preparaban para lo que se esperaba sería una noche difícil. Irene amenazaba con traer vientos fuertes e inundaciones al archipiélago de baja elevación.

La capital bahameña estaba atareada con preparativos de último minuto. El gobierno y algunos de los grandes hoteles establecieron albergues y los dueños taparon las ventanas de sus tiendas con tablas. El centro de Nassau suele inundarse incluso con lluvias fuertes, así que se esperaba que la tormenta volviera muchas carreteras impenetrables, particularmente en el casco colonial.

Muchos visitantes prefirieron huir del país. Esperaron en largas filas para alcanzar vuelos antes que cerrara el aeropuerto. Algunos turistas no tuvieron otra opción que partir porque los hoteles más pequeños cerraron repentinamente y los más grandes estaban llenos de residentes bahameños que buscaban un lugar en lo que pasaba la tormenta.

Otros que salían del país simplemente no querían arriesgare con lo que pudiera ser una tormenta grande.

"Viví un huracán y no quiero ver a otro", dijo Susan Hooper de París, Illinois, quien tuvo que recortar un viaje con su esposo, Marvin, para celebrar su 23er aniversario. "Mi preocupación principal es que algo le pase al aeropuerto. ¿Cómo regresaría a casa?".

Las autoridades de Carolina del Norte ordenaron a los residentes de una pequeña isla frente a la costa que evacuen la zona, aunque no estaban seguros de que todos los turistas y residentes obedecerán.

Las autoridades federales advirtieron que Irene podría causar inundaciones, apagones y otras calamidades a lo largo de la costa oriental de Estados Unidos, hasta Maine, en el extremos nororiental, incluso si no toca tierra.




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