7/Enero/2012 La visita a Caracas del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad está generando gran preocupación dentro y fuera de Venezuela, con líderes de la oposición señalando que no representa nada bueno para el país y legisladores estadounidenses advirtiendo que es una nueva muestra de las peligrosas relaciones forjadas por Teherán en América Latina.
La gira de Ahmadinejad -quien también tiene previsto visitar a Nicaragua, Cuba y Ecuador- es planificada en medio de la creciente tensión entre Occidente y la nación islámica sobre el programa nuclear iraní y la amenaza de Teherán de cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, vital cuerpo de agua por donde navegan los tanqueros con más de un tercio del petróleo del mundo. Analistas han señalado que la gira latinoamericana del mandatario iraní, que comienza el domingo por la noche en Venezuela, pretende cimentar los lazos de Irán con sus socios estratégicos en la región, y así obtener oxígeno en medio de las intensas presiones internacionales que recaen sobre su país. Pero Washington ve con gran recelo los nexos entre Teherán y el gobierno del presidente Hugo Chávez, ante versiones de que funcionarios venezolanos han participado en acciones orquestadas por Irán para perjudicar a Estados Unidos. “Esta gira de tiranos de Ahmadinejad es el más reciente ejemplo de la expansión de la influencia iraní en Latinoamérica”, dijo la congresista por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, quien preside el influyente Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara. “Nuestro Comité de Relaciones Exteriores sostuvo audiencias y reuniones informativas sobre este importante tema, donde congresistas de ambos partidos expresaron sentir una gran preocupación. Vamos a realizar otra audiencia reservada a finales de este mes para evaluar qué acciones específicas la administración [de Barack Obama] está tomando para confrontar esta seria amenaza”, añadió. Las palabras de Ros-Lehtinen se producen en momentos en que aumentan las voces en Washington advirtiendo sobre el riesgo de un endurecimiento de la política de Estados Unidos frente a Venezuela, ante el surgimiento de evidencias de que la hostilidad de Caracas hacía la primera potencia mundial podría ir más allá de la retórica. Pero la preocupación no reside exclusivamente dentro de los pasillos de Washington, ya que líderes de la oposición venezolana también expresaron el viernes su rechazo a la visita de Ahmadinejad. “Venezuela no puede estar comprando guerras, tiene que propiciar la paz y la única guerra que aquí hay que dar es contra la inseguridad”, destacó el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. El candidato presidencial Diego Arria coincidió: “Nos están involucrando a los venezolanos en un proceso que no tiene nada que ver con nuestros intereses. Todo lo contrario, nos perjudica altamente asociándonos a este régimen y a ese problema”. Otro de los candidatos de la oposición, Leopoldo López, también dijo estar en desacuerdo con la visita, resaltando que Ahmadinejad lidera un modelo de gobierno que no comparte los principios democráticos que anhelan los venezolanos. “Irán hoy es un país violador de los derechos humanos, no hay libertades”, dijo. Ahmadinejad visita América Latina en el marco de las intensas presiones ejercidas por Estados Unidos y Europa tras alcanzar un principio de acuerdo para decretar un embargo de las importaciones de petróleo iraní. Las medidas, que buscan obligar a Teherán a abandonar su polémico programa nuclear -que según Occidente persigue el desarrollo de una bomba atómica- coincidieron con un ensayo de misiles de Teherán en la región del Estrecho de Ormuz. Irán advirtió esta semana que emplearía “toda la fuerza” si Washington no renuncia a la presencia de su fuerza naval en el Golfo Pérsico, algo que la Casa Blanca ya alertó que no hará. Occidente también teme que el país islámico intente cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde transita el 35 por ciento del tráfico marítimo petrolero. La visita de Ahmadinejad también fue mal vista por representantes de la comunidad venezolana en Miami, quienes acusaron a Chávez de arrastrar a Venezuela hacia lo que podría ser un conflicto internacional de devastadoras consecuencias. “Es inaudito que mientras el mundo entero vigila y condena la actitud de Irán y sus maniobras para el enriquecimiento de uranio y la fabricación de armas de destrucción masiva, en Venezuela se le reciba [al presidente iraní] para estrechar aún más los lazos con ese país”, declaró el presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), José Colina. La manifestación de rechazo fue secundada por Elio Aponte, presidente de la Organización de Venezolanos en el Exilio (Orvex), quien dijo que la gira pretende proyectar la falsa impresión de que Irán tiene aliados en América Latina para sus “macabros” fines. “Hay que conminar a la comunidad internacional a que imponga severas sanciones a Irán, así como también contra todos aquellos que se unan a esta locura de desarrollar bombas nucleares que ponen en peligro la paz mundial”, señaló.
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