17/Abril/2012 EL PAÍS Madrid.- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha acusado hoy al Gobierno
argentino de expropiar YPF para tapar la crisis social y económica que
atraviesa el país sudamericano. La compañía ha confirmado que demandará.
"La presidenta de Argentina realizó ayer un acto ilegítimo e
injustificable tras una campaña de acusaciones dirigida a derrumbar la acción
de YPF y permitir una expropiación a precio de saldo", ha dicho.
"Estos actos no quedarán impunes", ha advertido el
primer ejecutivo de la petrolera en una conferencia de prensa convocada en la
sede de Repsol en Madrid. En primer lugar, la compañía demandará a Buenos Aires
ante el Banco Mundial. Los pleitos se dirimen a través del Centro Internacional
sobre Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi), donde ya han llevado sus
quejas en el pasado otras compañías españolas presentes en Argentina, como
Telefónica, Endesa, Gas Natural y Aguas de Barcelona.
La rueda de prensa ha ido acompañada de una presentación
enviada a la CNMV en la que la
petrolera reclama que Argentina le pague 8.000 millones de euros por su 57,4%
en YPF.
Tras afirmar que no ve motivos para la expropiación, Brufau
ha asegurado que la medida "solo es una forma de tapar la crisis social y
económica que está enfrentando Argentina", con una elevada inflación y
conflictos en sectores como el transporte. "A través de levantar la
bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF se oculta la
realidad", ha afirmado.
El presidente de Repsol ha asegurado que la expropiación no
está justificada por utilidad pública y rechaza las acusaciones del Gobierno
argentino de que la petrolera tiene una actitud "depredatoria" sobre
los recursos del país. "La decisión viola los más elementales principios
de la igualdad de trato", ha dicho. Pese a tratarse de una iniciativa para
nacionalizar todos los hidrocarburos argentinos, solo ha sido expropiada YPF y,
dentro de esta empresa, solo las acciones de la petrolera española.
El presidente de Repsol ha
enfatizado que en ningún momento la producción de YPF ha venido a España por lo
que no afectará de ninguna manera al precio de los carburantes. "La
repercusión será cero en compras, precios y aprovisionamientos", ha dicho.
Brufau ha añadido que Repsol no ha tenido ninguna respuesta
del segundo accionista de la filial argentina, el Grupo Petersen de Enrique Eskenazi.
Repsol tiene una participación del 57,43% en YPF. Adicionalmente, mantiene un
préstamo con el grupo de la familia Eskenazi valorado en 1.542 millones de
euros. Este grupo tiene más de un 25% del capital de YPF tras el acuerdo
alcanzado entre Repsol y el Gobierno argentino, que adquirió con un préstamo de
Repsol (45%) y de un grupo de entidades (el otro 55%). De hecho, esta empresa
debe pagar 400 millones a sus bancos acreedores en mayo. O refinanciar. Para el
Gobierno argentino, nacionalizar este paquete hubiese sido nacionalizar una
deuda de unos 4.000 millones.
La expropiación, ha asegurado Brufau, no afectará a la
política de dividendos de la empresa y que a finales de mayo presentará un
nuevo plan estratégico.
Respecto a la posibilidad de que la petrolera china Sinopec se haga
con la participación expropiada, Brufau ha dicho: "Los chinos, por muy
chinos que sean, son muy serios. Y nadie serio entra por la puerta falsa".
Respecto al ministro de Planificación argentino, Julio de Vido, el primer
ejecutivo de Repsol ha dicho: "No creo que verle sentado al frente de YPF
sea un plato de buen gusto para un inversor fino de Minesotta". Y ha
arremetido contra el concepto de seguridad jurídica del país: "No es de lo
más fuerte".
El Gobierno "solo busca tomar el control de la
petrolera sin ninguna opa, un compromiso asumido por el Gobierno en su
privatización", ha añadido.
Ley Videla
Brufau ha sido muy duro con la manera de actuar de ayer del
Gobierno, que mandó a altos funcionarios a la sede de YPF en Buenos Aires para
obligar a los ejecutivos a abandonarla de inmediato. "Entraron en nuestras
instalaciones al amparo de una ley de Videla, que fue un dictador, antes
incluso de que la presidenta acabase de explicar el decreto de intervención. No
es propio de un país moderno, esta no es la Argentina querida. La gente de este
país se merece otra cosa", ha dicho.
Brufau ha hecho historia y ha recordado que el matrimonio
Kirchner apoyó la privatización de YPF en 1999. Entonces, el expresidente
Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz. "En 2008, escuchando los
deseos del Gobierno argentino dimos entrada a un grupo argentino, con financiación
bancaria y de la propia Repsol. Fue absolutamente aprobada por Kirchner y su
señora y se aprobó el pago de dividendos" ahora criticado.
"Habría que mirarse un poquito en el recordatorio de
cada uno", ha reprochado en relación a las críticas de Kirchner contra la
política de dividendos. "Hasta finales de 2011 solo recibíamos
beneplácitos, ya ahora se nos acusa de una década de depreciación".
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