17/Mayo/2012 Por: David Alandete Washington._ La decisión del
Departamento de Estado norteamericano de concederle un visado a la hija de Raul
Castro para que participe en un simposio de la Asociación de Estudios
Latinoamericanos en
San Francisco, la semana que viene, ha provocado duras críticas al Gobierno y
al Departamento de Estado por parte de varios legisladores, republicanos y
demócratas.
“Estoy decepcionado con la decisión de otorgarle un visado a
Mariela Castro Espín, la hija del dictador cubano Raul Castro”, dijo este
miércoles Robert Menendez, senador demócrata por Nueva Jersey, en un
comunicado. “La señora
Castro es una enérgica defensora del régimen y una oponente de la democracia,
que ha defendido la brutal represión contra los activistas a favor de la
democracia”, explicó.
La señora Castro es una enérgica defensora del régimen y una oponente
de la democracia, que ha defendido la brutal represión contra los activistas a
favor de la democracia”
Robert
Menendez, senador demócrata cubanoamericano
La presidenta del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara
de Representantes, la republicana Ileana Ros-Lehtinen, ha criticado lo que ha
tildado de "política de puertas abiertas del Departamento de Estado para
altos funcionarios cubanos". "Mariela Castro es una firme simpatizante
del régimen, que ha llamado ‘parásitos’ a los disidentes cubanos", ha
dicho, en un comunicado. "El acceso a EEUU a altos funcionarios del
régimen es peligroso y contraproducente a nuestros intereses de política
exterior y seguridad nacional".
Los organizadores del congreso, titulado ‘Hacia el tercer siglo de
independencia en América Latina’, han
confirmado a EL PAÍS la asistencia de Castro, que acudirá con dos escoltas de
seguridad, a los que también se ha concedido permiso de entrada a EE UU.
Participará el 24 de mayo a las 12:30 en un debate bajo el rótulo de ‘Mirada a
la diversidad sexual desde lo político’.
La hija de Castro participará el 24 de mayo
en un debate titulado ‘Mirada a la diversidad sexual desde lo político’
La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) depende de la Universidad de
Pittsburgh y se define
como la mayor asociación profesional del mundo de investigadores e
instituciones dedicados al estudio de América Latina. A su simposio acudirán
unas 5.000 personas. Los organizadores mantienen que reciben anualmente
numerosas propuestas de ponencias, que un grupo independiente de estudiosos
somete a escrutinio. Normalmente rechazan un 30% de ellas. A cada ponente se le
envía una carta oficial en la que se explica su participación. LASA no tramita
ni patrocina visados. La decisión última de otorgarlos depende del Departamento
de Estado.
“No tenía conocimiento hasta hoy de que la hija de Raul Castro
fuera a formar parte de la comitiva llegada desde Cuba”, explica por vía
telefónica Milagros Pereyra-Rojas, directora ejecutiva de LASA. “Desde aquí no
tramitamos ningún visado para entrar en EE UU, y entre tantos participantes nos
es imposible saber quienes son todos y cada uno de los ponentes”, ha añadido.
Pereyra-Rojas supo de la asistencia de la hija de Castro el miércoles por la
mañana, por un mensaje recibido de una académica cubana.
El senador Menendez criticó tanto a la diplomacia norteamericana
como a LASA: “Ni el Gobierno de EE UU ni LASA deberían entrometerse en el
negocio de ofrecerle a un régimen totalitario, como el de Cuba, una plataforma
desde la que propugnar su retórica retorcida. Además, mientras un
norteamericano sigue siendo rehén en una prisión cubana, creo que otorgarle un
visado a la Sra. Castro envía el mensaje equivocado a la castigada oposición al
régimen de Cuba”. Menéndez se refiere a Alan Gross, detenido en La Habana en
2009 y acusado de espionaje.
Mariela Castro ocupa el cargo formal de directora del Centro
Nacional de Educación Sexual de Cuba. En 2011 pasó por Madrid para dar una
conferencia sobre igualdad sexual. Se ha convertido en una de las mayores
defensoras de los derechos de los gais en la isla y dijo el año
pasado en una entrevista en la cadena SER que su tío, Fidel Castro, no sabía que
en los años sesenta se había reprimido a los homosexuales en su país.
El martes, el Departamento de Estado se había negado a aclarar si
le habían concedido el visado. “No hablamos de los detalles específicos de cada
caso individual de visados, y éstos son confidenciales, de acuerdo con la
legislación vigente”, dijo Victoria
Nuland, portavoz de la diplomacia norteamericana. “Cada visado se
decide caso a caso. No hay una prohibición general a otorgarle visados a
oficiales del Gobierno cubano”.
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